La celebración del Modus Vivendi entre el Ecuador y la Santa Sede- estamos conmemorando setenta años- ha significado el comienzo de una nueva etapa dentro del ordenamiento jurídico ecuatoriano. La reflexión sobre temas como el ejercicio de los derechos fundamentales de pensamiento y conciencia o la apertura hacia la enseñanza de la religión para las familias que así lo han querido, han dejado de ser un tema reducido al ámbito de la conciencia privada.