La presencia de la Iglesia Católica en América tuvo, desde el inicio de sus descubrimiento, repercusiones no solamente educativas, misioneras o sociológicas, sino también jurídicas. El alcance de las bulas alejandrías Inter caetera y Dudu, siquidem, además de las normas pontificias promulgadas en 1501 y 1508, es llamativamente amplio: su contenido podría equipararse, hoy en día al de un convenio multifacético entre dos Estados, donde entra en juego la repartición de soberanías de gobierno - en todas sus dimensiones- y territorio.